21.11.07

El Puente

Los que me conocen saben que no SOPORTO a los animales, nunca me han gustado, no me gustan, ni me gustarán. Alguna vez mi hermana intentó abrir mi corazón para ellos y me regaló un pez, Martín, mismo que a las pocas semanas se mudó a su recámara. Cada que ha habido una mascota en la casa yo soy la PRIMERA que se opone y la que siempre se opondrá. Cuando se han muerto pues obvio si se siente feo, pero no hay nada que no supere en una semana.
Los que conocen a mi hermana o leen su blog saben que tiene a Frida, una perrita Pug bastante fea, pero que hay que aceptarlo es tierna como nada en este mundo. Aún así, sigo sin que me gusten los animales, no me gusta que babeen, se me trepen encima o que estén al lado mío porque huelen, pero la Fridita está bien chistosa. Lo que quiero que tengan claro es que no soy una persona que guste de tener animalitos cerca de ella.
El fin de semana pasado que era un fin de semana largo gracias a que el día 20 de Noviembre se conmemoró el aniversario de la Revolución Mexicana, pues la familia decidió irse a pasar el fin a Cuernavaca. Mi hermana se fue a San Miguel de Allende con su fiancé y nos encargó a su perrita. Pues total que estábamos en la Ciudad de la Eterna Primavera, mi mamá, mi papá, mis primas, mis tías y yo... platicábamos, chismeabamos, muy tranquilo y a gusto. De repente mi prima dijo que la respiración de la Firda estaba muy agitada y mi mamá y yo, que estamos acostumbradas a la respiración agitada del perrito le dijimos que así era siempre.
Después de un rato vimos que si se sentía mal, quería volver el estómago y lo logró. Mi mamá decidió llevarla con un veterinario y mis tías que viven allá le recomendaron a una. La llevaron y yo decidí quedarme en la casa y me subí a ver la tele, seguro en un rato regresaban y me iban a decir que la Frida se comió algo que le cayó mal.
Vi la tele un ratito y como a las 11.30 pm me quedé dormida. Y ahí estaba yo durmiento plácidamente cuando un ruido me despertó, eran los chillidos de la Frida. Bajé a la sala a ver qué pasaba y encontré a mi mamá intentando agarrarla. Me contó que la llevaron con una veterinaria y que les dijo que estaba intoxicada, le puso un par de inyecciones y ya, pero que luego se puso peor y cuando quisieron volver a localizar a esta doctora nunca contestó el teléfono. Buscaron a otro veterinario y la volvieron a llevar, le inyectó suero y una medicina que hizo que se le dilataran las pupilas, entonces la pobrecita caminaba y chocaba con todo y no se quedaba quieta de lo mal que se sentía. Le volvió a hablar al veterinario y él le dijo que ya le había dicho que iba a pasar una mala noche y que eventualmente caería de sueño y de cansancio.

Mi mamá se moría de sueño y como yo ya había dormido un ratito le dije qu emejor se fuera a dormir y yo me quedaba con la Fridita. Eran las 3.30 am, me bajé al cuarto de tele con ella y la cuidé que no se pegara con nada. Pasaron unas horas y se empezó a quedar quieta, como el doctor había dicho, por fin la bolita iba a poder descansar.
Dieron las 6.30 am y mi papá bajó a ver cómo estaba me dijo que me subiera a su cuarto con mi mamá y que acostáramos a Fridita en su camita. Llegué la dejé y me acosté en la cama de mis papás, pero escuchaba como seguía retorciéndose en su
camita... No podía ni pensar en dormirme cuando la chiquita se sentía así... Me senté en el piso a su lado y cuidaba que no se fuera a pegar contra la pared. Quiso salir de su camita y en lugar de pararse se arrastraba... vi que no se podía levantar... ahí ya me asusté mucho. Desperté a mi mamá, le hablé a mi papá y a mi prima y mi tía.
Volvimos a llevar a la Fridita con el veterinario, en el camino yo la abrazaba, la acariciaba, lloraba y hasta le daba besos para hacerla sentir mejor. Llegamos y el veterinario ya nos estaba esperando en la puerta, la llevamos adentro... la chiquita no podía ni con su alma... horrible... revisó su corazoncito y su respiración que estaban bien, pero nos dijo que la teníamos que dejar internada para que la tuviera en observación. Yo me salía del consultorio y rezaba para que estuviera mejor, no soportaba ver esos ojitos de plato que tiene tan tiernos con esa mirada que gritaba "Me siento muy mal!!" Yo le preguntaba al doctor que si iba a estar bien y me
contestaba que iba a hacer todo lo posible, pero nada de lo que él me decía me tranquilizaba. Y yo pensaba en que mi hermana perdió el año pasado a la Clemen y no podría volver a ver en sus ojitos la tristeza de que ahora se le fuera su tanquecito. No lo hubiera soportado.
La dejamos y el doctor nos dijo que nos hablaba en un par de horas. Fueron eternas, pero nos llamó y nos dijo que había tenido una "ligera mejoría", eso tampoco nos tranquilizó. Había que hablarle a mi hermana y decirle lo que pasaba con su hijita. Le hablamos, le dijimos, la preocupamos, lloró, pobrecita estaba desesperada, se quería regresar, pero no tenía caso. El pensamiento que no dejó de pasar por mi cabeza además de la salud de Fridita fue “La chiquita ha de creer que ya la dejamos ahí, debe de estar bien triste”.

En la tarde el doctor volvió a llamar y nos dijo que al día siguiente le llamáramos a las 8 am para ver si nos la podíamos llevar, pero que lo más probable era que se iba a tener que quedar.
Mi mamá llamó como quedó y el doctor le dijo que no, pero que sería bueno que la pasáramos a ver antes de regresarnos al D.F. Obvio la idea era regresarnos, dejar a mi papá que tenía que trabajar el martes, recoger a mi hermana y regresarnos inmediatamente para estar con Fridita, para los que no saben en este momento me encuentro desempleada y buscando.

Llegamos al consultorio, en cuanto la Frida nos vio, se incorporo, se puso muy alegre. Pero la nena traía en su patita una venda para que no se quitara el suero, eso sí, era rosa porque es niña. El doctor la sacó al jardín y ya empezó a correr. El doctor nos dijo que ya nos la podíamos llevar, pero que le habláramos para ver como iba mejorando porque si “pasó por momentos muy críticos”. Y pues ya, la abracé, la apachurré y la besé y todo el camino de regresó me la pasé jugando con ella; aunque todavía estaba un poco débil, hasta bajó dos kilos el tonelito.
Hoy es miércoles y ya está jugando casi normalmente y yo tengo que aceptar que si algo le hubiera pasado no sólo me hubiera dado tristeza por mi hermana, sino que a mi hubiera dolido demasiado. Nuestro tanquecito me ganó .



Por cierto, mientras el doctor la estaba revisando había un tigrito bieeeeen bonito en una jaula al lado, era blanco con rayas grises, nos vimos profundamente… que impactante.

7.11.07

Tendré que vivir en una burbuja

Pues que OTRA de mis mejores amigas se me casa, la boda será este sabadito en Acapulco y mi amiguita preciosa y hermosa tocaya decidió irse desde una semana antes y me invitó a que me fuera con ella.

Y ahí vamos en la carretera su fiancé (el amable y simpático Iván), su prima (la pequeña Mina), mi amiwish preciosa (la futura novia, Pau) y yo, seguíamos el coche de los papás de la novia. Nos paramos a comer en rico y delicioso Cuatro Vientos. Y ya seguíamos camino al puerto de Acapulquito cuando de repente vimos que habían varias patrullas cerrando la carretera y que nos desvían por la libre... hicimos como hora y media más de camino gracias a que unos encapuchados tomaron la caseta de Chilpancingo y estaban cobrando sus honorarios (50 pesitos por coche).

Total que llegamos a nuestro destino, bajamos maletas, desempacamos, nos pusimos unos shorts (que haya el clima está delicioso en comparación al congelador que es en este momento la Cd. de México) y nos pusimos a ver la tele un ratito... pobre Fabiruchis, la paliza que le dieron... después de un rato se levanta Mina y dice que se va a poner repelente porque ya están atacando los moscos y Pau y yo hicimos lo mismo (a mi los piquetes de mosco me reaccionan horrible). La mamá de Pau (como sabia Mamá y por cierto divina señora, Nora) nos dijo "Pónganse Bye Bye, es el mejor repelente" y yo que ya iba preparada con mi repelente dije "Ya me puse Autan, gracias"... a los pocos minutos veo que me habían picado en el pie derecho, uno en el pliegue pie/pierna, uno en el empeine y uno en el dedo de en medio y en el pie izquierdo tenía uno en el tobillo. Luego vi que se me hincharon un poquito... día siguiente eran los pies más grandes que puedan haber visto sobre la faz de la Tierra gordos, rojos... horribles, mis pies al igual que mis manos son huesudos... no veía ni un solo hueso de mis pies, ni los tobillos. Me dolía caminar, me dolía estirar los pies, me dolía que mis pies existieran. Cuando todos vieron mis pies se espantaron. Los papás de Pau (como ya dije Nora y también el super señor Nacho) después de un rato ya estaban bieeen preocupados y me querían llevar al hospital. Pero yo ya iba preparada y estaba tomando un antihistamínico, pero no funcionaba,
entonces le hablé a mi doctora y me dijo que tomara otro (porque además después de unos Bailey's ese antihistamínico no funciona).

En la noche, fuimos a bailar y que mis zapatos no me quedaban!!!! Tuve que ir de chanclas a bailar... cómo pero nada bonito. Las niñas antes mencionadas y otra prima de Pau (Mariana) se reían de mis pies con los ojos bieeen abiertos de espanto. Al día siguiente mis pies ya estaban mejor, pero todavía eran gordos y rojos. Por lo mismo no me pude asolear todo lo que me hubiera gustado, me daba miedo que se hincharan más.

Por fin, el sábado ya estaban casi normales y salimos en la noche y ya pude ponerme mis zapatitos. Lo malo fue que el bar al que fuimos estaba al aire libre y mis pantalones llegaban a media pierna, de pronto empecé a sentir los piquetes... hasta le pregunté al mesero si tenían repelente, pero no tuve éxito. Me picaron seis en una pierna, pero yo creo que como traía tanta medicina no se me hincharon y sólo traigo las manchitas. Y de los pies pues ha pasado casi una semana y todavía me duelen cuando los estiro y no se han terminado de deshinchar.

Regresé el lunes a mi casa (aventón cortesía de Luis, el hermano Pau). Todo iba perfecto hasta que ayer (martes) por la mañana me empecé a sentir mal de la garganta, en la noche me sentía muuuy mal, me tomé la temperatura... nada... a la media hora le dije a mi mamá que me la volviera a tomar porque me sentía peor y que si, tenía 38.2. Ahorita ya sólo tengo 37.5, pero me sigo sintiendo muy mal y tengo dos días para estar bien y regresar a Acapulco para la boda de mi niña hermosa... así tenga yo 50 grados de temperatura ahí voy a estar.

No creo que lean esto los demás que siguen en Acapulco (desgraciados infelices), pero les mando besitos y abrazos a Pau, Mina, Paloli, Iván, Sr. Nacho, Sra. Nora, Mariana, a las tías y a todos los demás. Bueno... pues... ya terminé